Es época de membrillos, hay que aprovechar y disfrutar de ellos.
Hoy hacemos un suave confitado y los tendremos preparados para añadirlos en multitud de platos.
INGREDIENTES
- 500 g de membrillos.
- Agua para lavarlos.
- El zumo de 1 limón y la cáscara del mismo.
- 200 g de azúcar, puede ser de abedul.
- 1 palo de canela.
- 200 g de agua para confitar.
PREPARACIÓN
- Lo primero que hay que hacer es ponerlos en agua y con un pequeño cepillo frotarlos bien para quitarles la pelusa que lo recubre.
- Sin pelar, cortarlos por la mitad, quitarles las semillas, impurezas y partirlos en rodajas o gajos y rociarlos con el zumo de limón para que no se oxiden.
- Ponerlos en una cacerola con el azúcar, la canela, la piel del limón y el agua.
- Encender el fuego medio-alto y dejarlos hervir durante 20 min., destapados.
- Comprobar el punto, tienen que quedar medio firmes, tapar y dejar otros 5 ó 10 min.
- Ver el punto de cocción, tienen que quedar brillantes y el jugo algo espeso, que no estén demasiado blandos, así conservarán parte de su firmeza, todo el sabor y los demás aromas, es lo que indicará que están en su punto.
Ya están listos para tomar como postre, con nata montada, flambeados con brandy, en yogures, incluso en platos salados.
Conservar en frío y a medida que pasan los días estarán más ricos.
Otra opción es embotarlos y hacerles el baño maría o cerrar en caliente para conservarlos en la despensa durante meses.