Tener tomate triturado aderezado con un buen aceite de oliva, sal, albahaca, pimienta y conservarlo bien cerrado en el frigorífico es muy práctico para tomarlo en cualquier momento, con pan tostado para el desayuno o de aperitivo, para hacer unas tostas de pan con jamón o queso, incluso en los bocadillo de jamón, etc.

PREPARACIÓN

1. Poner en un recipiente para triturar 1 ó 2 tomates lavados y troceados, sal, un toque de pimienta (opcional), unas hojas de albahaca fresca y triturar todo dejando la mezcla no demasiado triturada o al gusto.
2. Añadir 20 ó 30 g de aceite de oliva virgen, darle unas vueltas para mezclar, sin emulsionar el aceite.
3. También se puede hacer rallando el tomate a mano, es aconsejable quitarle el exceso de agua y picar la albahaca muy pequeñita, aliñar y mezclar todo bien.
4. Estará listo para tomar o guardar en un recipiente bien cerrado, conservar en frigorífico y tomar en cualquier ocasión, durante 2 ó 3 días estará perfecto, después el tomate suelta más o menos agua dependiendo del tómate y aún estando rico pierde consistencia.