Tenerlo confitado facilita su uso en muchos ocasiones y una vez hecho es de fácil conservación, en un recipiente cerrado en frío.
INGREDIENTES
- 115 g de jengibre, es 1 raíz en esta ocasión de tamaño medio, hay que pelarla bien, lavarla y cortarla en trozos finos, tiras, formas , estrellas, lunas, hojas, ( cortado fino es mas fácil de confitar).
- 230 g de agua.
- Opcional, se puede añadir un poco de canela, cardamomo o cascara de limón.
- 100 g de azúcar, en este caso de abedul, la cantidad que se quiere hacer se puede ajustar a las necesidades.
- 1 cazo.



PREPARACIÓN
- Poner todo en un cazo y encender el fuego.
- Dejarlo a fuego medio alto hasta que rompa a hervir.
- En ese momento bajar el fuego a medio y dejarlo 15 min., pasado el tiempo bajar a fuego bajo y dejarlo otros 15 min., tapado.
- Mirar el punto, si el liquido tomo cuerpo y el jengibre esta medio transparente retirarlo, de lo contrario dejarlo 5 ó 7 min. más, el punto final tiene que ser un poco crujiente y caramelizado, pero no demasiado espeso, ( hay que tener encuentra que al enfriar espesa, para no dejarlo demasiado seco ).
- Apagar el fuego, ponerlo en un recipiente de cristal cerrado y conservar en el frigorífico para utilizarlo en pequeñas cantidades en diferentes platos y postres.
Se puede tomar añadiéndolo a yogures, postres, zumos, agua, infusiones, para los amantes al jengibre y cubiertos de chocolate fundido dejando endurecer se convierte en una pequeñas golosina muy especial dulce y picante.
El tiempo de hacerse dependerá un poco del tamaño en el que se corto.
Al arroz con leche le da un punto picante y fresco a la vez, dejo la foto para animaros hacerlo.

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