Este truco lo podéis utilizar con chirlas, coquinas y cualquier tipo de almejas, excepto las congeladas, que ya viene limpias y listas para consumir.
Cuando compramos almejas por lo general traen arena, para limpiarlas bien lavarlas en abundante agua fría varias veces, escurrirlas bien cubrirlas de agua fría y añadirles un puñado de sal gorda, darles unas vueltas taparlas y dejarlas unas horas, si podemos mejor en el frigorífico.
Pasado el tiempo sacarlas y comprobaremos que todas o parte se abrieron y cogiendo y soltando agua se limpiaron de arena, aclararlas bien escurrirlas y listas para cocinar.
Si no hay tiempo de tenerlas unas horas para limpiarlas, ponerlas en agua con sal gorda dándoles vueltas y repitiendo varias veces la misma operación, hasta que el agua salga limpia escurrir y listas para utilizar.