Una masa con la que se pueden hacer unos panecillos, barras o pizzas, y que podemos tener varios días en el frigorífico, incluso congelar en porciones una vez fermentada.
INGREDIENTES
- 230 g de harina de trigo.
- 130 g de harina de fuerza.
- 200 g de agua tibia.
- 12 g de levadura fresca.
- 25 g de aceite de oliva.
- 5 g de sal.
- 2,5 g de orégano.
- 2,5 g de ajo en polvo.
- 25 g de queso parmesano.
PREPARACIÓN

- Poner todo junto en el robot de cocina o en la amasadora; mezclar todo durante 5 segundos a velocidad media.
- Amasar durante 1:30 minutos a la velocidad de amasado de los diferentes robots de cocina.
- Sacar la masa y engrasar las manos con aceite; amasar, dejar la masa alargada, enrollarla y girarla para volver a enrollar.
- Dejarla tapada para que fermente hasta que doble su volumen.
- Una vez que haya fermentado, cortar en porciones y conservar en el frigorífico hasta que sea necesario; pueden durar unos 3 ó 4 días sin problema.
Al necesitarlas, sacar, fermentar y utilizar para panecillos, pequeñas chapatitas o pizzas al gusto.

